Aprendiendo sobre Adaptación basada en Ecosistemas para compartir el conocimiento
Más de 150 personas extensionistas y representantes institucionales y organizacionales relevantes a nivel local en Costa Rica, Ecuador y Guatemala han adquirido capacidades técnicas y competencias funcionales para ser agentes de cambio y promover acciones que permitan la adaptación al cambio climático, a través de un curso de Formación de Formadores sobre adaptación basada en ecosistemas (AbE) impulsado por el programa “Escalando medidas de adaptación basadas en ecosistemas en América Latina rural” (EbA LAC).
La Adaptación basada en Ecosistemas (AbE) es un enfoque que responde al llamado de atención de gobiernos, comunidad científica y actores no gubernamentales sobre la necesidad de aumentar la resiliencia de las comunidades frente a la crisis climática en vista de que las temperaturas globales y los impactos de riesgos climáticos siguen aumentando, lo que subraya la urgente necesidad de acelerar en AbE. El aprovechamiento de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos permite ofrecer soluciones costo-efectivas, comprobadas y sostenibles que contribuyen y complementan otras estrategias nacionales y regionales de adaptación.
El curso se basó en metodologías participativas enfocadas en el proceso de aprendizaje, donde se busca que los actores de interés mejoren sus habilidades para la toma de sus propias decisiones. El conocimiento técnico sobre el enfoque de Adaptación basada en Ecosistemas se entrelazó con temas transversales como gobernanza, género y participación comunitaria, además del fortalecimiento de competencias funcionales como comunicación, trabajo en equipo, aprendizaje para personas adultas, entre otros temas.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, las barreras de acceso al conocimiento, así como la dificultad para sensibilizar y promover cambios conductuales, son algunos de los factores que frenan el escalamiento del enfoque de Adaptación basado en Ecosistemas en Latinoamérica y el Caribe. El fortalecimiento de capacidades es, por tanto, una de las rutas para transversalizar este enfoque. Y para que este aprendizaje llegue a todos los actores, la formación de personas formadoras se convierte en un paso previo efectivo, ya que estas personas pueden motivar la confianza y el aprendizaje de las personas participantes a través de su experiencia vivencial.
Las personas participantes fueron escogidas por su experiencia previa en acompañamiento a procesos de fortalecimiento organizacional, el liderazgo según su rol y la experiencia para impartir procesos de capacitación entre distintos actores locales.
Además, como parte de la perspectiva de género que fortalece el enfoque de Adaptación basada en Ecosistemas, en esta capacitación se alentó la participación de las mujeres, considerando que en contextos institucionales las labores de extensionismo rural comunitario suelen tener más presencia de hombres. En el caso de Costa Rica y Ecuador, hubo paridad de género entre las personas participantes. En Guatemala se alcanzó un 28% de mujeres entre los tres departamentos donde se llevó a cabo el proceso de formación, pero el índice de deserción fue menor, es decir, la mayoría de las mujeres finalizó con éxito el proceso de formación.
Más allá de las aulas
Una vez culminado este proceso, se pretende que las personas multiplicadoras apliquen sus conocimientos y habilidades para enseñar a otros grupos, aumentando así el capital humano y el tejido social para apoyar el aprendizaje colectivo. Por ejemplo, en el caso de Costa Rica, ya se cuenta con un primer grupo recibió un taller de educación ambiental por uno de los multiplicadores, Andrés González, encargado de participación ciudadana del Área de Conservación Tortuguero (ACTo) en la provincia de Limón. Este grupo estuvo conformado por 22 personas entre los 9 y 16 años.
De esta manera, se espera alcanzar un total de 280 personas formadoras entre los tres países, que permita trascender las aulas y alcanzar los resultados esperados: una red de multiplicadores que acompañe la implementación del enfoque de AbE en sus territorios con una mirada hacia la resiliencia climática en las comunidades rurales de países seleccionados de América Latina.
El programa EbA LAC es financiado por el Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección de los Consumidores (BMUV), a través de su Iniciativa Climática Internacional (IKI) e implementado por la Cooperación Alemana -GIZ- como agencia líder, en asocio con la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y el CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza).
